CAPÍTULO 1: VUELTA A LAS CLASES

Tras un primer trimestre de cambios, los niños y las niñas de 3ºA del Ceip Maestro Juan Antonio Velasco volvían a las aulas después de las vacaciones de Navidad. Volvían al cole con la ilusión de ver a los compañeros y con la necesidad de contar todos los regalos que habían recibido de los reyes. Como sus majestades sabían que se habían portado estupendamente, dejaron sus casas cargadas de regalos.

Aquel miércoles 8 de enero, los protagonistas no fueron ni los compañeros de clase ni el maestro. Entonces, ¿quién se llevó el protagonismo ese día? Pues evidentemente, la muñeca Lol. Uno tras otro, los compañeros salían a la pizarra a contar sus regalos. Los productos de la muñeca Lol ganaron por goleada.

Esa primera semana fue de adaptación y de reencuentro. En esos días, terminaron de colocar su buzón de clase. Almudena, la alumna que le puso el título, terminaba de decorarlo para poder ponerlo en marcha. En su interior, los alumnos de la clase echarían notas destacando actitudes positivas que habían tenido sus compañeros. En una clase en la que había mucho por destacar y poco por mejorar, no podía ser que siempre resaltara lo negativo.

También llegaron los famosos grupos de confianza. El maestro Javier quería hacerles saber la importancia de esa palabra: “CONFIANZA”. Al igual que ocurre en la vida misma, la confianza es algo muy fácil de perder, pero muy difícil de ganar. Poco a poco, fueron comprendiendo su importancia.

Pero ese no fue el único cambio, a la siguiente semana comenzaron a llegar más. El más temido por las madres: LAS DIVISIONES. No querían ni hablar de ellas. En la primera semana, el maestro tuvo varios intentos de linchamientos de las familias por las temidas divisiones pero los campeones de 3ºA salieron en su defensa aprendiendo a realizarlas estupendamente.

Otro de esos cambios fueron las noticias diarias. Con ellas, se intentaba mejorar la expresión oral del alumnado con temáticas actuales. Cada día de la semana, los integrantes de cada uno de los cinco grupos de la clase tenían que contar una noticia. Aunque el maestro recalcaba la importancia de no estudiárselas de memoria, al principio lo hacían. Además, lo reconocían, haciéndole saber que podía confiar en ellos.

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